Reinos por descubrir
¿Qué animales no hemos encontrado?
Pese a los desafíos, han logrado hallazgos increíbles a cientos de metros, incluyendo animales vertebrados como peces e invertebrados como moluscos, crustáceos, corales y poliquetos que viven en las cordilleras submarinas de Nazca y Salas y Gómez, dos cadenas que se extienden a lo largo de 2.900 kilómetros en el sudeste del océano Pacífico, frente a las costas chilenas.
Así han descubierto a varias especies nuevas para la ciencia, como por ejemplo el langostino Munida irene encontrado a unos 560 metros en los montes submarinos de Salas y Gómez. Sellanes destaca que “la particularidad que tiene esta zona de montes es que, por el aislamiento geográfico, se encuentran muchas especies que son únicas de este lugar, es decir, son endémicas.

A veces el 40 o 50% de la fauna es endémica, o sea está solo en esa parte del mundo. Además, en cada expedición que tenemos encontramos especies nuevas. Todavía hay un porcentaje muy alto que no ha sido estudiado por la ciencia”.
Pero si queremos escudriñar aún más abajo pese a las
limitaciones tecnológicas, existen otras técnicas como el ADN ambiental. Al
igual que en una escena del crimen, donde los peritos buscan rastros de ADN
para dilucidar quién estuvo en el lugar de los hechos, los “detectives” del
océano escudriñan las “huellas” dejadas por la diversidad de habitantes de las
profundidades
«Primero hay que quitar esa percepción de que en el océano profundo no hay nada, que es una zona vacía. Ahí hay comunidades biológicas que cumplen un rol muy importante en los ciclos biogeoquímicos de nuestro planeta.
Por ejemplo, una gran parte de todo el exceso de carbono que
estamos insertando en la atmósfera está siendo absorbido por el océano
profundo.
Si el calentamiento global no es peor de lo que ya es, es gracias al efecto amortiguador que tiene el océano profundo y muchas de estas cosas son mediadas por las comunidades biológicas que viven allí".
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